El nódulo pulmonar es una patología que siempre debe ser evaluada por un médico. Existen nódulos que pueden ser calcificados y forman parte de entidades clínica benignas (principalmente infecciosas), pero cuando estos superan el 1 cm de diámetro deben mostrar preocupación a la persona que lo padece, mucho más aún si conocía de su existencia y súbitamente aumentó de tamaño en un corto tiempo, y peor aún si tiene antecedentes relacionados con el tabaquismo activo o pasivo. Si uno de estos nódulos aparece a temprana edad, antes de los 40 años, es necesario realizar un seguimiento apropiado y de ser el caso, dependiendo del tamaño, sobretodo los nódulos grandes, de más de 2 cm, deben ser biopsiados o resecados en su totalidad con márgenes amplios para obtener un diagnóstico acertado, ya que está demostrado actualmente que podrían ser precursores de un cáncer pulmonar.
El descubrimiento de esta entidad en muchas ocasiones es accidental, por ejemplo en chequeos médicos por cualquier motivo o causa, estudios preoperatorios en los que se solicita como parte de la evaluación una radiografía de tórax, análisis pre y posocupacionales, etc. Sin embargo siempre hay que estar alerta ante el aparecimiento de los mismos y es más que prudente sino prioritario el buscar ayuda de un experto, sea con un médico clínico como un Neumólogo o a la hora de someterse a un procedimiento quirúrgico con un Cirujano Cardiotorácico.
Recuerda: Tu salud pulmonar es importante, buscar ayuda a tiempo sirve para diagnosticar patologías benignas o malignas que pueden ser susceptibles de tratamiento y seguimiento apropiados.